Artículo publicado en el N.º789 (Sep-Oct 2021)
No podía caer en mejores manos que en las de Alejandro Duque Amusco la obra de Francisco Brines. Animado por la editorial Renacimiento, reúne en este libro más de media vida consagrada al estudio del autor valenciano. El título, tomado de un verso de La última costa, es el pórtico a un manual espléndido dividido en 7 partes —más una nota preliminar y un final— que son un compendio de algunos textos publicados, otro puesto al día y dos inéditos. La poesía es para Brines un refugio ante su crisis de fe juvenil, y un modo de adentrarse en lo incierto. Muy interesante la entrevista de 1996, dada completa por primera vez, y clarificador el capítulo inédito: “Tres poemas crípticos”, donde da luz a las tres composiciones más enigmáticas del autor de Oliva: “Oyendo el humo”, “En mi 52 aniversario” y “Canción del desvelado”. Duque Amusco conduce con pulso firme. Su inteligencia, su vasto saber, su exquisita prosa y su vocación docente iluminan y hacen menos misteriosa la poesía de Brines. Se trata de un trabajo imprescindible para entrar a fondo en la poesía del último premio Cevantes.
Por Ana Recio