Siracusa, 412 a. C. Dos alfareros en paro, Lampo y Gelón, deciden organizar en la cantera de su ciudad la representación de dos tragedias de Eurípides. Para ello contarán con un reparto muy particular, los presos atenienses, perdedores en la guerra contra Siracusa. A cambio de agua y alimentos, los depauperados atenienses aceptarán el desafío, que conllevará consecuencias inesperadas para todos. Así comienza esta historia, que transgrede todas las convenciones al uso y narra en primera persona, en clave satírica —por momentos cruel, a ratos canalla— lo que una pasión desaforada puede conseguir. El uso de un lenguaje actual, impregnado de coloquialismos, los diálogos en tono chusco pueden desconcertar a priori, pero esta licencia permite al autor abordar desde una perspectiva novedosa y descarnada temas de candente actualidad como la guerra y la solidaridad entre personas. En última instancia, la ópera prima de Lennon es un canto de amor y esperanza, así como una reivindicación del mundo clásico con todas sus bellezas.