Artículo publicado en el n.º788 (Jul-Ago 2021)
La vida está hecha de espejismos y purificaciones, es decir, de lo que parece ser pero no es y de lo que, aun siendo irrefutable, necesita de alguna clase de ritual para establecerse en lo real. Ese ritual, que es el de la poesía, se efectúa en la noche, que es un espacio (y un estado del espíritu) donde lo desconocido se abraza con su verdad y viceversa. Alejandro Duque Amusco, con palabras tan delicadas como firmes, y según las enseñanzas de los clásicos, se atreve con esa noche y le encomienda la tarea de guiarle por los sueños, por los campos quemados, por los enemigos o por las bibliotecas. La realidad está hecha de sombras, y las sombras quizás no sean sino la mancha que la Idea deja en el universo de las apariencias, y este universo del que formamos parte nos obliga a caminar despacio, prevenidos contra las asechanzas de la existencia.
Por Jesús Aguado.