Se acaban de cumplir 50 años del golpe de estado en Chile que redujo a escombros el Palacio de la Moneda bajo las bombas de Pinochet y condenó al país a una dictadura militar sometida a EE.UU. La caída de Salvador Allende simboliza la derrota de una izquierda que defendía la transición democrática al socialismo, pero su vida se convirtió en una carrera de obstáculos contra una propaganda conservadora que, con subvenciones internacionales y reuniones en el Despacho Oval, intentó desestabilizar su gobierno. Aunque la lucha social por “la vía chilena” fue una pugna interminable de elecciones igualadas, pulsos con el Poder Judicial y falsas acusaciones, la llegada al poder de la Unidad Popular abrió las puertas a un programa de reformas progresistas contra la desnutrición, el analfabetismo y los terratenientes. Como dijo Allende en uno de sus últimos discursos, “la historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen”. Este libro contribuye a esa idea.