Texto publicado en el n.º782 (Jul-Ago 2020)
Enrique Falcón (Valencia, 1968) lleva firmadas varias ediciones ampliadas de esa obra mayor que es La marcha de 150.000.000, que es un puñetazo, una vía de escape, un canto anti-nostálgico a la revolución, un misterio sin dioses, una melancolía apta para diabéticos, un bufido, el vértigo como una de las bellas artes de la política. Y ahora qué. Ahora esto, ahora este libro: una herida mitológica, o un apocalipsis solo para los vivos de verdad o una reflexión, también en marcha, sobre la justicia. Porque ya está bien de ideas derrotadas o, mejor, ya está bien de ideas derrotables, de ideas pusilánimes, de ideas conniventes con lo flojo, lo inane, lo gastado, lo vendido al mejor postor o lo cabrón. Poesía de la resistencia. Poesía de la potencia (no del poder, que es su versión estatuaria, su anquilosamiento en la historia) que podría morder pero que no lo hace. Imprescindible.
Por Jesús Aguado.