Una lección sobre cómo escribir una novela. Natalia Ginzburg, autora de libros tan celebrados como Las pequeñas virtudes o Y eso fue lo que pasó, publicó el relato Valentino en 1957. Como es habitual en la literatura de la escritora siciliana, las relaciones familiares y sociales adquieren de su mano una dimensión rotunda: nada escapa a ellas y todo sucede a merced de su evolución. Valentino retrata la Italia de la postguerra, la democracia republicana y el dualismo, en un país entre la modernidad industrial cisalpina y el tradicionalismo católico rural del sur monárquico. Una familia humilde apuesta todas sus ilusiones en Valentino, un muchacho de buen parecer, con fama de seductor, que estudia medicina. Un día se presenta con una mujer, Maddalena, una década mayor que él, terrateniente, dispuesto a casarse. La familia, los secretos y las apariencias juegan un papel esencial en una narración colmada de la perspicacia de Ginzburg para dibujar el detalle con sutileza y sentido del humor. La novela está traducida por Andrés Barba.