Corrido

“Ningún juez, ningún gobierno, ningún funcionario tiene la legitimidad para cesar, y menos para perseguir, al presidente”. Supongamos que la frase se refiera al presidente Nixon. O a Rajoy. No creo que tal derroche de inmunidad rayano con la inviolabilidad sea conveniente. Yo modestamente tenía entendido que, incluso en el país de los 17.600 aforados, en democracia nadie está por encima de la ley, que protege al pueblo soberano. Ni siquiera el presidente al que se refiere la cita, que resulta ser el “de todos los catalanes”.

La frase la pronunció el actual primer mandatario de Catalunya, el presidente del Parlament Roger Torrent, en una solemne alocución televisada en el prime time el día en que Carles Puigdemont fue detenido en Alemania.

Lo de menos es que llame “presidente de todos los catalanes” a una persona que accedió a este cargo no por elección de los votantes sino porque la CUP se cargó al aspirante a presidente, el presidente Artur Mas. Ningún juez, ningún gobierno, ningún funcionario tiene legitimidad para hacerlo, según el señor Torrent, pero diez diputados de la CUP no solo la tuvieron sino que se jactaron de haberlo mandado a “la papelera de la historia” (sic). Después, este actual, según Torrent, “presidente de todos los catalanes” tuvo a bien salir corriendo del país no sin antes proclamar la república independiente de Catalunya. Luego, cuando en virtud del famoso 155 pudo presentarse a las nuevas elecciones como cabeza de su lista resulta que las perdió (las ganó Ciudadanos por 160.000 votos de diferencia) y no logró ser investido por el Parlament debido al desacuerdo entre sus supuestos aliados, que podían haberle dado el título por la suma de escaños a pesar de no haber ganado en votos. Y no lo hicieron.

Llamar a este expresidente “presidente de todos los catalanes” parece un poco exagerado. También es chocante que se dote esta figura de una inviolabilidad que las constituciones (no todas) suelen reservar al jefe del Estado, en nuestro caso, el Rey. Se diría que, para Torrent, como en el corrido, Puigdemont sigue siendo el rey.

Jaume Boix, director de El Ciervo

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