Vale la pena descubrir esta calle pequeña y artística. Es un tramo corto que une los Jardinets de Gràcia de Barcelona con la Vía Agusta. Se encuentran concentradas diferentes galerías de arte, tiendas de diseño e interiorismo, anticuarios y otros lugares emblemáticos como el Teatro Jove Regina o el Restaurante Roig Rubí. Se puede comer también en otros lugares más económicos, hay de todo, sobre todo japoneses con fama que bajan hasta la calle Minerva, o hamburguesas vegetarianas ideales para veganos. Otro establecimiento conocido es la librería Europa conocida por su tendencia política que queda contrastada por las bandas de acero incrustadas en diagonal en el asfalto. Las tiras nos recuerdan la vida de Anna Frank. Mucha actividad en un tramo diminuto. Daros una vuelta.
PLOM GALLERY
El nombre de esta galería viene del sustantivo “plomo”. O para ser más exactos de la expresión “ser un plomo”. Y es que a veces los niños y niñas pueden ser un plomo con sus rabietas, preguntas insistentes, o desobediencias. Hoy por hoy tengo pocos niños pequeños en la familia, más en los círculos de amigos. Sin embargo, recuerdo bien los canguros que hice de adolescente. Pueden ser adorables, pero también pesados. Sobre todo cuando no dejan de preguntar a cada frase “y por qué?”. Claro que se están descubriendo a ellos mismos y al mundo que los rodea. Esta galería de arte les ha querido dedicar sus exposiciones, sus cuadros, y su nombre: “Plom Gallery”, en honor a estos pequeños plomos.
Arrastrarlos a los museos puede ser toda una odisea, a pesar de que cada vez son más quienes les dedican un espacio con explicaciones, juegos, papeles y lápices de colores dentro de las mismas salas. Dicen que los niños de hoy necesitan más interacción, que les cuesta más soportar el aburrimiento. Una buena opción para trabajar el valor del arte como una herramienta de formación, de imaginación; o para estimular su creatividad es entrar con ellos en esta galería donde podrán disfrutar de ilustraciones similares a las de sus cuentos en formato gigante. De la hoja al lienzo.
Se puede escoger con ellos el dibujo que quieren colgar en su habitación, podría ser una buena idea como regalo de cumple por ejemplo. “Aquí los niños mandan, la idea es iniciar a los niños en el arte contemporáneo y, porque no, en el coleccionismo, se pretende que recuerdes aquella primera obra que te regalaron o te compraron”, me explica la dependienta.
Plom Gallery también nos da la opción de trabajar otros valores como el del esfuerzo y el ahorro. De hecho, lo que más me llama la atención son las huchas con forma de cerdito. Cuando pregunto por ellas, la dependienta me contesta que son unas huchas para ahorrar y así comprar la obra que se quiera adquirir. El coste de las huchas, diseñadas por diferentes autores, es de 40 euros. Estos se descontarán del precio final en el momento que se tengan los ahorros. Es decir, por ejemplo, si el cuadro que quiero cuesta 140, me compro la hucha y sólo tengo que ahorrar 100 más. Así, además de arte, los niños pueden entrenarse en cómo ahorrar, saber esperar, cumplir unas normas para conseguir unos objetivos. Fantástico.
La galería también organiza talleres que se anuncian en su blog, a la vez que se dan ideas relacionadas con diferentes disciplinas artísticas para hacer con los niños. Su blog es:
https://blog.plomgallery.com. Mientras miro en el móvil su blog, entra una familia a la que se le propone el juego de poner títulos inventados a las pinturas y dibujos expuestos. Parece que los plomos se lo pasan pipa.
Lucia Montobbio, periodista y mediadora