Llega a su fin el mandato de Barack Obama y echa a andar la Administración Trump. Muchos se tiran de los pelos y piensan que el mundo será un lugar (un poco) peor con el nuevo inquilino de la Casa Blanca; un multimillonario neoyorkino que tenía
negocios inmobiliarios y complejos turísticos de lujo esparcidos por todo el mundo que ha llegado a la Avenida Pensilvania de Washington con un discurso incendiario y xenófobo.
Pero lo que habría que hacer es tomar nota de cómo esto ha sido posible, qué se ha hecho mal en las últimas décadas y reflexionar sobre por qué tantos millones de personas han apostado por Trump, aunque Hillary Clinton (
que no era la panacea, ni mucho menos) tuviera casi tres millones de votos más.
En el mundo no hay nadie que pueda poner orden, sólo basta echar un vistazo a los conflictos y guerras que hay por todo el globo. Israel hace lo que quiere de forma constante con Palestina y hace caso omiso a la ONU. China hace lo mismo en materia de derechos humanos y Rusia no se queda atrás. Y sí, Estados Unidos y Europa, también. Así que los únicos que pueden poner freno al magnate inmobiliario son sus camaradas del Partido Republicano, que en el pasado fueron duros y críticos con él, pero ya no parecen muy dispuestos a pararle.
En Europa hay varias elecciones en países clave y es posible que las fórmulas de Donald Trump, más allá de las teorías de la conspiración que apuntan incluso desde la CIA al Kremlin, den resultado. Cabe recordar que nadie se tomaba en serio a Trump al inicio de las primarias republicanas y arrasó.
Son muchos los paralelismos que se han establecido entre el triunfo de Trump y el del Brexit. La extrema derecha, con un discurso xenófobo, proteccionista y calificado por algunos expertos como neoproletario, podría dar alguna sorpresa. Ya estuvo cerca de hacerlo en Austria en 2016 y en los últimos años ha mejorado sus guarismos en cada cita electoral.
Entre las propuestas más polémicas y escandalosas de Trump se incluía la de echar del país a los indocumentados. Aunque tras su triunfo
rebajó la cifra de más de diez millones a unos dos en la primera entrevista que concedió a la cadena CBS.
Lo que sacudió a la Unión Europea (UE) el año pasado fue el triunfo de los partidarios de dejar el ente comunitario en el referéndum de Reino Unido. El año antes, la llegada masiva de refugiados, que lleva años llamándose “crisis de los refugiados”. Desde Bruselas “se solucionó” con un acuerdo migratorio con
–un socio incómodo– que fue censurado por todo tipo de entidades y organizaciones humanitarias. En 2016 llegó menos gente a Europa. El pacto ha sido efectivo. Pero han muerto más personas cruzando el Mediterráneo al apostar por la ruta central que va a Italia y es mucho más peligrosa. Pero no fue un problema que empezó en 2015, sino antes.
Lampedusa y su vergüenza ya quedan lejos. Y entonces Trump no copaba las portadas de la prensa.
Europa prometió redefinirse tras el triunfo del Brexit, pero por ahora eso sólo se ha materializado en materias de inmigración y seguridad, acorde a las políticas de Trump y sus similares que habitan por el Viejo Continente y a los que se cree que optaron por el voto
leave en Reino Unido. La reflexión y la redefinición del proyecto europeo han quedado aplazadas hasta que se hayan celebrado las elecciones de este año de Alemania, Francia, Holanda y, quizá, Italia.
En vez de mirar a Donald Trump habría que mirar lo que tenemos y lo que hacemos en casa. Y preguntarnos qué respuesta hemos dado a las personas que llegaban a Europa en estos días en que muchos hemos pasado un poco de frío al salir a la calle. Hay miles y miles de refugiados, más de 75.000, que están hacinados y bloqueados en Grecia y los Balcanes, pasando frío lejos de sus casas y en condiciones infrahumanas. La
ONU ha asegurado que algunos han muerto a causa de ello. A otros que no murieron de camino ya los echamos de Europa. La respuesta de la UE ante esta situación es la pasividad,
han denunciado estos días más de 400 entidades humanitarias.
Belgrado, Serbia. Hoy ha salido el sol, aún así la temperatura era de -10 grados bajo cero, pero se ha notado en el á…
Posted by Marcos Moreno on jueves, 12 de enero de 2017
Quizá Donald Trump no sea un caso tan atípico y no esté tan solo.
Foto: Twitter de Donald Trump.
Iñaki Pardo Torregrosa, periodista