En el número de 22 marzo de 2018, de la muy prestigiosa revista New England Journal Medicine, se publicó por parte de la Dra. Gayatri Devi un sugestivo artículo que explicaba la
historia de una doctora estadounidense de 76 años con pérdida de memoria. Acudió a un centro especializado, donde se le diagnosticó Enfermedad de Alzheimer y se le indicó cesar inmediatamente en su trabajo.
La doctora se sintió muy preocupada al tener que dejar a sus pacientes de manera súbita, por lo que solicitó una segunda opinión al Comité de Salud Médica del estado de Nueva York. Se confirmó el diagnóstico, pero tras tests psicológicos se le recomendó que continuara con su práctica médica, bajo tratamiento y la supervisión de sus historiales por otro médico. La
doctora se jubiló a los 80 años como tenía planeado y las pruebas anuales manifestaron leves disminuciones intelectuales.
El artículo de la Dra. Devi incluye en su título atenuación del estigma. Probablemente, muchos lectores pensarán que 76 años son suficientes para dejar paso a personas más jóvenes y, en absoluto, se debe seguir atendiendo a pacientes, si se tiene alzheimer.
Pero, el desenlace muestra que existen matizaciones. Ante hechos como edad avanzada y enfermedad de Alzheimer hay variaciones. Y que, las definiciones son estigmatizantes. A menudo los médicos recibimos personas diagnosticadas de demencia, en las que no hallamos alteraciones más notables que en otras personas con cargos de notable responsabilidad.
La sociedad es categórica y, a menudo, cobarde. ¿Quién se visitaría con un médico con Alzheimer o con VIH? En el estado de Nueva York, durante cuatro años, muchas personas lo hicieron, bajo supervisión, y sin objeciones del supervisor.
Numerosos conciudadanos profieren en voz bien alta el clásico “si está loco, que lo encierren”. ¿Cuán loco y dónde? Válido también para delitos. ¿Qué delitos y en qué cárcel?
La autora del artículo, con 23 años de subespecialización en trastornos de la memoria, afirma que se considera erróneamente que el alzheimer es una enfermedad monolítica caracterizada por una inexorable disminución de la competencia. Un concepto erróneo que estigmatiza indebidamente a los pacientes.
Cambien la palabra alzheimer, pongan cualquier otra circunstancia vital y reflexionen sobre las múltiples matizaciones que hay en cada caso, cada historia. Seguro que se irán a la cama un poco más tolerantes.
Jordi Delás, médico