En Cataluña hay varias sinagogas. La más antigua es la de la
Comunidad Israelita de Barcelona (CIB), de donde viene Jorge Burdman. Hay otras más pequeñas que nacieron después, como la Comunidad Atid, la comunidad Bet Shalom y el grupo Jabad Lubavitch. La comunidad judía calcula que en la actualidad en Cataluña son unos 15.000 judíos, muchos originarios de América del Sur.
Jorge Burdman es de origen argentino, rabino auxiliar de Barcelona y responsable de las relaciones interreligiosas en Cataluña. Se presenta diciendo que lleva tiempo practicando la fe judía “desde el vientre de la madre”, ríe y añade: “He nacido en una familia judía y en una comunidad judía, y a medida que he ido creciendo, he podido conocer mejor mi religión. El judaísmo es una forma de vida, cuanto más practicas la fe, más entiendes el judaísmo”.
Se puede hablar de una presencia histórica de la cultura judía en Cataluña, desde sus orígenes en los siglos VIII y IX, con una concentración durante la época de Jaime I. Hay sitios donde la presencia judía destacó de forma especial: Girona, Barcelona, Tàrrega, Tortosa, Figueres o Besalú.
El rabino explica que la comunidad madre de los judíos catalanes es la CIB. “Desde el año 1954 existe la sinagoga de la calle L’Avenir, sede de la Comunidad Israelita de Barcelona. Esta ha sido la primera sinagoga para los ciudadanos de religión judía en Barcelona, abierta los 365 días del año y con una micvé donde los judíos pueden sumergir su cuerpo para purificarlo espiritualmente”.
Burdman cree que una de las causas de esta fuerte presencia judía en Cataluña es que el territorio tiene muchas semejanzas con Tierra Santa. “Aquí es donde surgieron los sabios de la cábala, rodeados del mar, de la montaña, el paisaje, una cultura mediterránea… la cultura catalana impregnó de forma particular la comunidad judía, por eso nos hacemos llamar comunidad catalana judía”.
Jordi López Camps, especialista en asuntos religiosos, escribe que Cataluña ha procurado ser un país acogedor para los judíos. Después de años de exilio, muchos de ellos volvieron a Cataluña en búsqueda de un hogar, de una historia común. La nueva comunidad judía ha reconstruido los lazos con los descendientes de aquellos que un día compartieron vecindad en las juderías de las ciudades y pueblos catalanes.
Jorge Burdman coincide con esto y afirma que la comunidad judía tiene un espíritu cooperativista, y que semana a semana realiza acciones y encuentros con los vecinos, “visitamos hospitales, cárceles, damos conferencias, contamos cuentos en las bibliotecas, los institutos y escuelas vienen a visitar la sinagoga, abrimos espacios de diálogo interreligioso”.
El rabino está contento de ver que la sinagoga forma parte del barrio y contribuye a la convivencia de los ciudadanos; cuando pasea por la calle los vecinos le saludan y le preguntan si pueden visitar la sinagoga, si pueden ir un día de celebración especial como fin de año. El Rosh ha-Shaná es la fiesta de fin de año para los judíos, celebran la creación del universo y del ser humano. “Ese día pensamos qué año queremos y qué año dejamos, la sinagoga siempre se llena, no queda sitio, es una fiesta familiar, de reencuentro”.
Jorge Burdman desea para el año 2016 una profundización en las religiones para poder llegar a las bases. “Los representantes religiosos de Cataluña lo tenemos claro, estamos unidos, pero necesitamos llegar a la sociedad para que capten el espíritu de convivencia,
necesitamos respirar paz y solucionar este problema de egoísmo que tenemos. Estoy seguro de que el año que viene será mejor y que conseguiremos globalizar la solidaridad un poco más”.
Lucia Montobbio, periodista
Nota: Este artículo pertenece al proyecto “Tiempo de Diálogo”, dirigido por el Grupo Estable de Trabajo de las Religiones (GTER) y con la colaboración de Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya. Las entrevistas en prensa escrita han sido publicadas en Catalunya Cristiana, y las entrevistas radiofónicas las ha emitido Ràdio Estel. Para escuchar la entrevista relacionada con este texto, podéis hacer clic aquí.
Foto:
Youtube. Jorge Burdman interviene en una jornada de diálogo interreligioso en el Parlament.