El próximo 27 de septiembre es la fecha elegida por un centenar de entidades y organizaciones nacionales que respaldan la convocatoria mundial de movilizaciones por el clima. Reclaman medidas concretas para reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero, alertan sobre el estado de la biodiversidad, el incremento de la temperatura media global y el deterioro de gran número de ecosistemas.
La mayoría de las entidades que se han sumado a esta convocatoria -en la que se plantean huelgas estudiantiles, cierres patronales, movilizaciones en los centros de trabajo y en las calles – son del ámbito medioambiental, con implicación efectiva de los jóvenes que en muchos países se han unido en diversas iniciativas en la lucha climática.
Exigen que las instituciones europeas, estatales, autonómicas, municipales y locales se impliquen en esta lucha y promuevan medidas que favorezcan la defensa del planeta. Interpelan también a los partidos políticos, en cuya agenda ha irrumpido la emergencia climática, para que promuevan acciones concretas y que la ciudadanía, y no solo los actores sociales y ambientales, se sumen a sus propuestas.
En estos días hemos observado olas de calor intensas en toda Europa, por encima a veces de los 40 grados, y la irrupción de fenómenos meteorológicos extremos, con el riesgo de incendios forestales que se repiten en los tórridos veranos de nuestro país y de nuestro entorno. El movimiento, por tanto, debería ser trasversal con la implicación de toda la sociedad y, en primer lugar, de los poderes públicos. Urgen medidas contundentes, entre ellas el freno a la utilización de vehículos contaminantes, y que la lucha contra el cambio climático se convierta en la lucha de todos.
El camino es todavía largo porque faltan campañas de divulgación, mejores sistemas de reciclado, incentivos para separar los residuos o actuaciones que ayuden a tomar conciencia frente a la contaminación que representan los gases para la atmósfera o los envases de plástico. Los consumidores tenemos ahí un papel primordial frente a los supermercados que todavía envasan frutas y verduras en estos recipientes y ante las industrias que distribuyen sus productos en envases contaminantes.
Precisamente, “El planeta, en peligro” es el tema elegido este año por el premio Enrique Ferrán de artículos periodísticos que se convoca la revista El Ciervo en su 44 edición. Se pide a los participantes que expongan su opinión y aporten soluciones ante la enfermedad del planeta. Se alude a los objetivos de la agenda 2030 de la ONU para el desarrollo sostenible –agua limpia, energía no contaminante, producción y consumo responsable, defensa del clima, los mares y los ecosistemas marinos-. Les animo a participar. Encontrarán las bases del premio en este enlace.
Eugenia de Andrés, periodista