No, cerca de mi casa

En la segunda quincena de septiembre, los medios de comunicación se hicieron eco de la oposición de vecinos en Barcelona a una sala de consumo supervisado de drogas por vía intravenosa.

En Barcelona hay 10 centros atención a consumidores de drogas no legales, en 7 del os cuales hay salas de consumo intravenoso. Esta amplia red de centros asistenciales hace que la ciudad sea un referente internacional en la atención a personas consumidoras de drogas.

Una sala de consumo es un dispositivo sanitario donde acude a consumir de manera más segura un usuario de drogas no legales. Hay salas de supervisión de consumo por vía venosa y otras por vía fumada o inhalada. La supervisión está a cargode personal adiestrado para evitar contagios  durante la preparación de la sustancia a consumir y para la asistencia a reacciones agudas al consumo.

En los años 90, solo en la ciudad de Barcelona se producía una muerte por sobredosis cada 3 días. En la actualidad, estas muertes evitables se han reducido a la cuarta parte. Han disminuido también las jeringas en la vía pública, por la proliferación de puntos de recogida, programas de recogida de jeringas por parte de propios usuarios –RecoJe jeringas- y la acción de las brigadas de limpieza.

Las salas de consumo son puntos de encuentro entre consumidores que se suelen desenvolver en ámbitos ilegales y personal asistencial. En diversas ciudades hay numerosos ejemplos de la conflictividad que supone que los colectivos se hallen marginados, sin puentes con el resto de la sociedad.

Estas salas permiten una información bidireccional. Pueden llevar a los consumidores mensajes y oportunidades y recoger información sobre un entorno de difícil acceso y conocimiento.

El 14 de octubre de 2016 ha abierto la primera sala de consumo en Francia, en París. Como en otros lugares, conla oposición vecinal, en el conocido fenómeno de evitardispositivos, que pueden ser incómodos, cerca de la casa de uno: no en el jardín de mi casa.

Excelentes reportajes de los medios de comunicación franceses han manifestado el decidido apoyo y resolución de las autoridades municipales y sanitarias. Los argumentos de los vecinos son similares en todas las ciudades. Ojalá disminuya también de forma parecida el número de muertes.

Jordi Delás, médico

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