La casualidad, que tantas cosas determina en nuestras vidas, hizo que después de leer en un diario una entrevista a Kazuo Hirai, presidente de Sony, encontrara en una habitación de mi casa un disco de vinilo de Lole y Manuel en perfecto estado. Contiene una de las canciones más bellas de esta pareja de cantantes,
Todo es de color, una de mis preferidas cuando era joven. Como todavía dispongo de mi viejo tocadiscos, aunque tiene ya muchos años y una maltrecha aguja, me dispuse a escuchar a Lole y Manuel y
Nuevo día, el disco que, sin saber cómo, cayó en mis manos. ¡Qué placer volver a aquellas canciones y poder oírlas en mi viejo tocadiscos! Me transportaron a tiempos lejanos.
Hablaba antes de casualidad porque Kazuo Hirai decía en la entrevista que el vinilo está regresando, aunque adaptado a los nuevos tiempos. Según sus previsiones, los discos se podrán conectar a algún tipo de
walkman para tener una buena calidad de sonido y además se trasladará la música a otros aparatos modernos. No sé si tendrá o no razón Kaz –como se conoce al presidente de Sony y creador de PlayStation-, pero no me cabe duda de que es un poco visionario.
Hasta que sus pronósticos se cumplan, he decidido sacar el polvo a todos los LP que tengo guardados en mi casa y ponerme a escuchar las viejas canciones de Simon and Garfunkel, George Brassens, George Moustaki, Serge Reggiani, Vinicius de Moraes, Quilapayún, Mercedes Sosa, María del Mar Bonet, Maria Creusa, Violeta Parra, The Mamas and Papas y tantos otros que aparecen en las portadas de mis discos. Hasta que no lleguen esos inventos que anuncia
Kaz, seguiré escuchando sus canciones en mi viejo tocadiscos y sus potentes altavoces. No hay que rechazar el progreso, claro que no, pero el LP de Lole y Manuel todavía suena de maravilla. A ver si las nuevas tecnologías logran reproducir la música con la misma calidez que tiene el vinilo. Eso está por ver y por oír.
Eugenia de Andrés, periodista