Si tienen posibilidad, plantéense ir al teatro para asistir a la representación de
Foot-ball, espectáculo de danza que va a recorrer otra vez diferentes ciudades de España. Su director, el bailarín y coreógrafo Cesc Gelabert
decodifica a través de la danza algunas de las mejores jugadas de fútbol. Tengo pasión por la danza y por el fútbol y me interesa la mezcla de ambas culturas, dice.
No hace falta que les guste el fútbol e incluso es recomendable para quienes están hartos de la omnipresencia de este deporte. Foot-ball permite reconciliarse con el fútbol y entender la danza.
Cesc, buena persona, a menudo ha intentado explicar con paciencia sus coreografías al público no familiarizado. En esta ocasión, no hace falta. Los bailarines recorren el escenario por delante de una pantalla y las piruetas duplican jugadas de fútbol. Imágenes y bailarines, filmación y realidad se mueven en equilibrio.
A veces los bailarines se quedan mirando la pantalla y se evidencia que cine y danza son dos excelentes expresiones artísticas. Foot-ball recupera el concepto de que el fútbol también es cultura y es una buena oportunidad para que los niños se acerquen a la danza, mientras corean espontáneamente las buenas jugadas y los goles.
Cesc, de pequeño, quería cultivar todas las artes. Escribía y dibujaba. Llevaba consigo la guitarra los días de ejercicios espirituales en los años 60. Bailaba con tirantes por los pasillos del colegio con un enorme peinado afro y conducía su moto con bolsas de plástico para protegerse sus manos del frío. Le faltaba alguna disciplina… y se matriculó en la Escuela de Arquitectura.
Esas diferentes aficiones juntamente con el cine se muestran en Foot-ball. Líneas, ángulos. Se ven pasos de danza o pasos de fútbol. Se ve el grito ante el revés y el contratiempo. La soledad ante el penalti del portero que espera con ansiedad el lanzamiento. El cuerpo a cuerpo, la labor del medio centro y la del delantero lejos del resto del equipo.
Si tienen oportunidad, no se pierdan la elegancia de los pasos de Cesc y sus bailarines por el escenario. Que desandarán con celeridad, por detrás del decorado, para aparecer por el ángulo contrario.
Jordi Delás, médico
Foto: Rubén Tardio – Foot-Ball